Históricamente se ha visto como cualquier herramienta exitosa genera usos inadecuados, el ejemplo clásico es el de Alfred Nobel, cuyos inventos fueron expresamente desarrollados para la construcción y minería; sin embargo su mayor utilización fue en la industria militar.
Si nos vamos a la más pura concepción del alcoholímetro, evidentemente no es el uso apropiado del twitter y si le estamos dando la vuelta, de acuerdo a lo que expresa Héctor Aguilar Camín y efectivamente se está incitando a la población a evitar estos puntos de revisión.
Ahora, yo soy abstemio por convicción, por lo que no es factible que maneje en estado de ebriedad; sin embargo, el evitar retenes policíacos, sin importar la motivación de este, es algo que haré sin importar las circunstancias, y no es que tenga algo que ocultar, pero si recordamos hace pocos años, así fue como secuestraron al hijo de Martí.
Ahora en primer lugar dijeron que se iban a eliminar los retenes, y eso es un alcoholímetro, si la sociedad no les tuviera tanto miedo a los policías, seguramente no importaría el pasar o no por cualquiera de ellos.
Creo que la respuesta no está en los alcoholímetros, porque eso es una medida correctiva, y de acuerdo a las cifras expuestas el año pasado sancionaron casi a veinte mil personas por manejar en estado de ebriedad, (con un promedio de 402 sanciones por jornada) y seguramente es un porcentaje pequeño comparado contra todos los borrachos que por suerte o cualquier otra razón le dieron la vuelta al alcoholímetro.
El problema no es si esta representa una prueba aleatoria, o si necesita ser sorpresiva, el problema es que los casos no disminuyen, apenas el fin de semana pasado sancionaron a 546 personas, y eso que ya acabo el maratón Gpe – Reyes.
En realidad estamos mal desde antes, ya todo el mundo sabe que no debe manejar en estado de ebriedad, el problema es que tal vez necesitamos una campaña más cruda, para concientizarnos, pero como ya lo he dicho en otros comentarios, hasta que no aprendamos a respetar seguiremos dándole la vuelta a esto y muchas cosas más.
Así que con twitter o sin él, ya habrá otra forma de evitarlos retenes, hasta que no haya necesidad de darle la vuelta, el mexicano seguirá dándosela.
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