jueves, noviembre 12, 2009

De marchas y plantones

 

En una encuesta publicada por Chilango, hablaban acerca de si deberían prohibir las marchas, mi respuesta instintiva fue “SI”, pero por otra parte creo que cada quién tiene el derecho a manifestarse de la manera que mas les convenga.

 

Existen muchos puntos en contra, creo que como he dicho ya en posts anteriores la clave está en el Respeto:

 

-         Respeto al tiempo de los demás,

-         Respeto a la libertad de tránsito,

-         Respeto a la libre expresión,

 

 Cada uno es tan importante como el que le sigue, entonces ¿porque tantas quejas por las marchas?

 

La respuesta es básica, si ellos no están respetando mi tiempo y están secuestrando las vialidades, ¿porque debo yo sentir empatía por sus peticiones?

 

Entonces todos estamos mal, hay que entender que las marchas son una forma de manifestar la inconformidad de un grupo con las decisiones tomadas por otro. Sin embargo, el llegar hasta secuestrar una ciudad es como el grito de desesperación de aquel grupo que no se siente escuchado. Claro está que cada petición tiene orígenes distintos y en algunas podremos sentir cierta empatía y para otras, repudio. Pero el punto es que no nos mantengamos inertes ante las peticiones de estos grupos.

 

Es distinta una manifestación convocada por un grupo mafioso que desea mantener su poderío y su estabilidad financiera, a una realizada por un grupo campesino que se está muriendo de hambre. Pero el día de hoy se hacen marchas hasta por que nos van a mejorar la infraestructura, tanto así que los capitalinos ya hemos desarrollado un estilo de vida alrededor de las marchas, ya no nos importan los motivos, o si nos afectan o no, lo único relevante es que ruta van a tomar, cuanto tiempo va a estar cerrado, etc.

 

Y al final pocas veces he visto que haya una respuesta positiva por parte de los políticos a dichas manifestaciones.

 

En fin creo que en ves de cada semana estar sorteando marchas y plantones, debería de desarrollarse un reglamento para las manifestaciones, obligando a que los encargados de tomar decisiones den la cara y expongan sus razones a estos grupos, pero también estos grupos manifestantes deberán de tener un máximo de audiencias, porque tampoco podemos estar aceptando la necedad. Si al fin de estas audiencias deciden bloquear o secuestrar una vialidad, que se haga bajo un operativo bien desarrollado o se disperse a los manifestantes.

 

Creo que si los políticos enfrentaran a los afectados, muchos de estos problemas se resolverían en las primeras instancias.

 

En fin, ese es mi particular punto de vista.

1 comentario:

David dijo...

Ni que decir, lo has resumido casi bien, digo no puedo decirte que excelente porque te vas a poner como pavoreal

Saludos