martes, septiembre 25, 2007

Paciencia y Esperanza

El silencio se ha vuelto una costumbre, triste pero cierta, algunos diran que es indiferencia, otros que es derrotismo, sin embargo para mi es paciencia y esperanza.

Quisiera pensar que mi alejamiento ayudará, tal vez no a ellos, pero si a mi, a reencontrarme, a definirme, a conocer mis fortalezas y mis debilidades, a saber hasta que punto puedo y debo llegar, a aprender a confiar en Dios y seguirlo.

Debo confirmar que tanto de lo que sé es real, confrontarlo y encontrar mi visión, mi forma de hacer las cosas.

Caidas he tenido y seguiré teniendo, y sin embargo su mano siempre me ha levantado y me ha restaurado.

Así que a ti Señor confirmo mi vida, haz de ella lo que tu esperas, y usame como la herramienta para cumplir tus propositos, a ti me entrego totalmente, muestrame el camino al que me quieres llevar, aquel en donde mi ser sea de bendición.

Sé que no debo voltear, sé que tu ya no me quieres en ese lugar, sin embargo cuidalos y enseñales a ser misericordiosos, que tu voluntad simplemente sea.

lunes, septiembre 10, 2007

Carta desde el Exilio

Después de tanto tiempo de haber abandonado este lugar, he decidido hacer una breve visita.

Hoy mi vida se vé empañada por fantasmas del pasado, historias que habían quedado en el olvido y calumnias que no han hecho más que alejarme.

Pero aquí sigo de pie, sin temer a las consecuencias por que sé que no he sembrado cizaña.

Si alguién ha resultado dañado por chismes, no he sido yo. Yo estoy tranquilo, creo que Dios responde a las plegarias de sus hijos que lo buscan.

Que teman aquellos que han hablado, que han creido desenmascarar la paja y no han visto sus propias vigas, porque cada vez se hace mas cierto para mi que ningún hombre puede domar la lengua.

"Así la lengua está puesta entre nuestros miembros,..." Santiago 3:6

Y al final yo seguire el trayecto que Dios ha marcado en mi vida, fiel a su palabra, pues solo a Él debo responder, y solo Él conocerá mi corazón.

Muchos hablan sin saber, muchos pretenden ser maestros, y solo son sabios en su propia opinión. Duele y mucho porque aquellos que han lastimado parecian confiables, se creian cercanos, y de pronto esconden sus actos.

Mal por ellos, yo los he perdonado, pero su maldad ha sido esparcida.

Sin embargo, le pido a Dios que esto sea para bien de todos.

Adios INPCJ, está es mi despedida, ojala esto no te destruya y simplemente te fortalezca, si el culpable soy yo, pues mi salida debe restaurarte, de lo contrario, quebrantate y transformate.