Después del festejo de las Fiestas Patrias ensombrecido por las caprichosas actitudes de unos cuantos me he puesto a reflexionar en algunas situaciones de la historia de nuestro país.
En este mes celebramos la Independencia o la creación de la Primer República Democrática Mexicana, iniciada por Miguel Hidalgo pidiendo el Fin del mal gobierno pero sin desconocer la autoridad del Rey Español Fernando VII. EL documento que selló el fin de la guerra de Independencia conocido como el Plan de Iguala, estableció tres garantias:
1. México sería un país independiente gobernado por un monarca español.
2. La religión Católica sería la oficial y única del país.
3. Los Españoles y Criollos tendrían los mismos derechos.
Posteriormente se crea la Segunda República con Benito Juárez y la Guerra de Reforma, que no fue más que la defensa de la constitución promulgada el 5 de Febrero de 1857, en la cual se desvinculaba a la Iglesia del Estado.
De estó nos podemos dar cuenta que Comonfort, Juárez, Lerdo de Tejada, etc, no estaban de acuerdo con el gobierno que se estaba llevando a cabo y decidieron hacer cambios radicales a la Constitución.
Después damos otro gran salto a la creación de la tercer República, la cual se mantiene hasta nuestros días, esta se gestó con la Revolución en 1910, debido a que Francisco I. Madero se postuló en contra del dictador Porfirio Diaz, quién en 1908 declaró que México por primera vez estaba preparado para tener elecciones libres.
Madero aprovechando el anhelo de cambio en el país decide ir como candidato opositor, pero para 1910 Diaz cambia de opinión y se reelige, enviando a la carcel a Madero.
Debido al claro descontento de los mexicanos se generá la guerra de la Revolución Mexicana, culminando con la promulgación de la Constitución en 1917.
Como podemos ver en nuestra historia se han generado guerras debido al descontento de un grupo con las formas de gobierno, y en efecto nuestra situación actual es un claro ejemplo de lo que se necesita para gestar una nueva guerra.
Sin embargo algo que ultimamente me he cuestionado es; ¿Que porcentaje de la población quiso la guerra en cualquiera de los tres casos anteriores?, finalmente la historia la escriben los vencedores.
En la Independencia el grupo criollo realmente fue el responsable y al mismo tiempo el que obtuvo la equidad con los españoles peninsulares, mientras que los indigenas fueron liberados de pagar tributos pero siguieron sufriendo de discriminación.
En la Reforma se le quitó el poder a la iglesia, pero no se le dió al pueblo sino que siguió en manos de una oligarquia.
Mientras que en la Revolución se logró dar un supuesto sentido democrático a la nación, permitiendo la elección "libre", manipulada por un partido del estado hasta finales del siglo pasado.
Es decir cuando finalmente parece que estamos en una República Democrática, en la que la mayor parte de la poblacion confió en las instituciones, logrando una elección lo más transparente posible. En la que muy lentamente se está notando una mejoría en las acciones del gobierno, ahora una persona con un poder de convocatoria muy fuerte llega a decirnos que todo es una falacia, ¿Que es lo que nos espera?
¿Una nueva guerra, gestada por un pequeño grupo de gente inconforme?
Sé que no vivimos en un país primermundista y que la democracia todavia no es al 100% real, pero realmente necesitamos una desestabilización de lo poco que hemos logrado en casi 200 años, y ¿cual es el fin de esta lucha que se esta activando?
Sinceramente yo no encuentro un objetivo propuesto, simplemente una descalificación generalizada, si por lo menos se tuviera una estrategia con propositos claros, posiblemente hablariamos de una lucha justificada, pero hoy por hoy siento que esto es el capricho de un necio que se quiere convertir en heroe, quien al no obtener el puesto tan anhelado ha decidido usurparlo, ahora ya hasta se hace llamar Presidente.
Creo que así se va escribiendo la historia, y pues será muy interesante voltear en unos cincuenta años y ver quién quedó como heroe y quién como villano.
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