¿Soluciones viales?

Estaba leyendo el blog de SETRAVI y me encontré un artículo titulado ¿Qué propones para frenar el desmesurado crecimiento del parque vehicular en la Ciudad de México?

Después de leer algunos de los comentarios expuestos me dí cuenta que hay diversas opiniones al respecto, pero entre líneas se puede ver que la gente culpa al programa “Hoy no Circula” de la necesidad de contar con más vehículos, para moverte en el día que no deberías circular, también se culpa a la capacidad rebasada de la infraestructura actual y la incomodidad de viajar en Transporte público (TP). Perdón también al mal señalamiento.

Después de estar algún tiempo trabajando en estas cuestiones me he dado cuenta que no es fácil determinar la raíz del problema.

Los problemas que hoy vemos son resultado de un mal manejo de la urbanización y falta de previsión, los cuales hoy nos están cobrando la factura.

El hecho de que hayan permitido que la ciudad se expandiera como un virus hacia el estado de México, ha generado que la inversión en proyectos integrales se vuelva inviable, si tuviéramos un crecimiento hacia arriba como otras ciudades importantes, tendríamos distancias mucho menores de desplazamiento, entre otras cosas, como el control de los servicios, etc.

Obviamente el mounstro de ciudad que tenemos, impide que un solo organismo controle y pueda dar servicio a cada uno de los habitantes de ésta. Lo cual se traduce en la aparición de rutas de transporte público irregulares, taxis piratas, etc.

Debido a que el servicio que estos entes fuera de control, dan a la población es impuntual, inseguro, insalubre e incomodo, el tener un auto se ha vuelto una aspiración de una gran parte de los residentes de esta urbe. Entonces el auto se ha vuelto además de una necesidad un indicador de status social.

¿Pero que podemos hacer al respecto?

Lo primero que debemos hacer es un plan de movilidad integral, el cual incluya toda la Zona Metropolitana, y a partir del cual se puedan tomar ciertas decisiones y la manera de implementarlas.

Los puntos que recomiendo de manera muy general son:

• Sacar a los vehículos de paso de la ciudad a través de libramientos: en este caso ya hay un esfuerzo importante; sin embargo, deberá de ir en conjunto con medidas de restricción urbana, para evitar que en pocos años la ciudad los absorba y queden como anillos periféricos.
• Mejorar el sistema de transporte público, desarrollando las rutas adecuadas, organizando las rutas irregulares, pero lo más importante es operarlas de manera eficiente ( con frecuencias adecuadas, unidades suficientes, seguridad para el usuario y para el vehículo, y limpieza de las unidades)
• Generar estacionamientos cerca de las estaciones de TP, de tal forma que se incentive la transferencia modal. (park n’ ride)
• Actualizar el sistema semafórico para poder tener un control total de los corredores semaforizados, y poder cambiar la programación de manera oportuna. (semáforos actuados, centros de control, detectores vehiculares, etc.)
• Utilizar los tableros de información dinámica para lo que realmente deben ser, informar a los conductores de problemas en tiempo real, para poder cambiar oportunamente su ruta de traslado. No para poner el reglamento de tránsito, se supone que eso lo deberíamos conocer.
• Implementar carriles o vialidades de alta ocupación vehicular, restringiendo a conductores solitarios e incentivando las rondas organizadas por las empresas.
• Hacer una revisión general del señalamiento tanto vertical como horizontal, quitando el obsoleto y en mal estado y complementándolo con el adecuado.
• Sacar los paraderos de la zona central de la ciudad y mandarlos a las orillas del DF en puntos estratégicos para permitir el transbordo de los micros del estado de México al TP de la Ciudad.
• El más utópico sería generar programas e incentivos para mudarse a zonas residenciales cercanas al lugar de trabajo de tal manera que la distancia de traslado sea menor.

En fin hay mil cosas que se pueden hacer pero tiene que hacerse de manera integral, de lo contrario vamos a seguir teniendo siete kilómetros de segundo piso que te llevan de un congestionamiento a otro.