Todo el mundo se ha quejado desde hace más de 90 días de que vivimos en un sistema que no funciona, pero durante tres meses nos inflaron las esperanzas y miedos, pensando en quién iba a retener, recuperar o conseguir el poder en el país, pues la noticia es que ya que votamos, nada cambió.
Seguimos en un país dominado por partidos, lleno de pactos oscuros y negociaciones impronunciables.
Vivimos secuestrados por los partidos políticos, la mafia no son 10 familias de empresarios que mueven al país, sino la bola de militantes que hace y deshace las leyes a su conveniencia.
Después de un proceso tan interesante como el que se dio ayer, tan vigilado por todos los frentes, tan "blindado"por la reforma política que definieron los partidos. Salen a relucir los errores, los inconsistencias y las irregularidades, que no se pueden controlar por completo cuando se tienen más de 140,000 casillas en el país.
Lo único que me queda pensar es que, si existe la posibilidad de un fraude, de quién es la culpa, sino de los partidos que hicieron una reforma tan vanguardista...
Creo que la ciudadanía entendió que se tienen que cambiar las cosas pero de manera responsable, la cual es cambiando las reglas a través del cumplimiento de ellas.
Había que votar y a pesar de las opciones desangeladas que nos pusieron los partidos, hubo más del 60% de participación.
El voto nulo no tenía consecuencias y lo entendimos, por lo que menos del 2.5% anulo su voto.
Entonces, habiendo entendido como sociedad, que teníamos que participar, se decidió por un candidato.
Que hubo cochinadas en la contienda, eso es cierto, que hubo compra de votos, también, pero en esté momento solamente se están evidenciando las cochinadas que hizo el PRI, al que ya conocemos, no ha cambiado y seguirá haciendo lo que tenga que hacer por conseguir el poder.
¿Pero a poco amarillos y azules no hicieron cochinadas?
Claro que los peñistas están festejando, y los panistas ya lo superaron, el problema es el eterno defraudado, quizá tiene razón en muchísimas cosas, pero este caudillo autoproclamado, ¿de verdad tiene la intención de terminar con la partidocracia?
¿Ahora que nos toca hacer como sociedad?
Los partidos han demostrado que solo tienen un objetivo en la vida y es tener poder, y seguramente muchos enriquecerse a través de éste.
A mi lo que me entristece es que con una torta o $500.00 pesos podamos empeñar nuestra decisión.
Que haya tal grado de pobreza y falta de educación, para desestimar el derecho a decidir por el futuro de un país.
Los partidos han demostrado que su pasó por el gobierno mexicano ya caducó.
Que sigan con sus jueguitos, pero nosotros como sociedad civil, no debemos enrolarnos en sus busquedas de poder.
Salgamos a acabar con la pobreza, para que el próximo sexenio no sea exitosa una compra de votos.
Salgamos a educar, para que las siguientes elecciones exijamos propuestas y no mercadotecnia.
Salgamos a producir, para que no nos vengan a ofrecer lo mismo de siempre.
Salgamos a compartir, para que terminemos con el egoismo de votar por el que me prometió un hueso.
Si todos cambiamos nuestra forma de pensar e ignoramos los llamados promiscuos de políticos decadentes, y ese esfuerzo lo ponemos en rehacer México, seremos exitosos A PESAR de nuestra clase gobernante.
México tiene que cambiar...